jueves, 25 de julio de 2013

Pensar en español: ¿un pseudo-problema? Pero, ¿qué hay detrás?

Carlos Pereda, en su artículo titulado Pensar en español: ¿un pseudo-problema? Pero, ¿qué hay detrás? nos ofrece una reflexión sobre los vicios de las ciencias sociales, humanidades y, en especial, de la filosofía en América latina. Se centra en tres vicios que concurren continuamente en los investigadores, a saber, <<Fervor sucursalero>>, <<Afán de novedades>> y <<el entusiasmo nacionalista>>. Es decir, que en la mayoría cuanto se ha hecho y se hace en filosofía en América latina se centran en el estudio de un solo autor o tema, o en saber más sobre la novedades, o en querer exacerbar la supuesta importancia de una nueva filosofía americana olvidando ante todo una crítica riguroso hacia uno mismo sin tratar, así mismo, de proponer nuevas cosas y salir del, bien llamado por Pereda, <<triángulo vicioso>>.

Ante esto Pereda propone 4 reglas para tratar el problema, sino de resolver sí de dar una posible solución a este pseudo-problema. Los cuales son: 1) Respecto de las perplejidades, conflictos y problemas de creencias – y la mayoría de las perplejidades, conflictos y problemas directa o indirectamente tienen que ver con creencias – considera que tratarlos con prácticas de argumentar debe ser el plan normativamente primero para tratar estas dificultades. 2) Ten cuidado con las palabras 3) Evita los malos argumentos. 4) Procura que tus argumentos no sucumban a la tentación de la certeza o a la tentación de la ignorancia, pero tampoco a la tentación del poder o a la tentación de la impotencia.


Acá el link del programa: Radio Luxiérnaga 25 de julio de 2013

sábado, 6 de julio de 2013

La necesidad de pertenencia en la novela rusa 'Los hermanos Karamásovi'





Dentro de la novela rusa “Los hermanos Karamásovi”, Fiódor Dostoyevski introduce una alegoría que había escrito incluso antes de cualquier capítulo de la novela. Se trata del capítulo titulado “El gran inquisidor”, al que le precede, cual tipo introducción a la temática, el capítulo “Rebeldía.” Dostoyevski nos presenta la escena en que dos de los hermanos – Alioscha, noble seminarista, e Iván Karamásovi, agnóstico empedernido – entablan un diálogo sobre la existencia y no existencia de Dios. Por lo que se evoca constantemente a la famosa frase que bien podría ser el eslogan de todo la novela: “Sin Dios todo está permitido”. Sin embrago, tras una discusión, en la que se involucra como principal punto el sufrimiento de los niños en el mundo, Iván se propone explicarle a Alioscha la alegoría del gran inquisidor, el que, según el mismo, era un poema de su mocedad primeriza. 


La alegoría narra una cierta visita de Jesucristo al mundo, en el que comienza a hacer milagros a todo individuo que se lo pida y necesite. No obstante, el gran inquisidor nonagenario, al ver que ha realizado varios milagros, ordena que lo prendan y que lo lleven al calabozo, en el que posteriormente entablarán una larga plática la cual terminará con un beso en silencio de Jesucristo al gran inquisidor.

¿Qué le dice el inquisidor a Jesucristo, persona por la que ha dedicado su vida?, ¿qué le diría todo seminarista o monje, o religioso, a su salvador? El argumento de Dostoyevski intenta sobre todo destacar la necesidad de las personas a pertenecer a instituciones religiosas, y criticar el catolicismo de su tiempo, defendido sobre todo al santo Jesucristo en palabras de agnóstico Iván - ¡Paradoja!-


Acá link de descarga de nuestro programa: